26 y 27 de Junio de 2002: Testimonio de Roberto Alvarez, del sacerdote Padre Paul Schindler, de Lauren Gilbert, de Carlos Mauricio

Romagoza et al. v. Garcia and Vides

26 y 27 de Junio de 2002

El 26 de junio de 2002

Hoy el jurado en el juicio contra los dos generales Salvadoreños oyeron el testimonio de tres testigos que describieron su conocimiento de los abusos a los derechos humanos en El Salvador. Los testigos, un abogado quien investigó las celdas (secretas) donde occurieron estas torturas y en ese entonces representante de La Organización de Estados Americanos. Un sacerdote Católico Americano quien trabajó en El Salvador, y un abogado que anteriormente trabajó con la Comisión para la Verdad bajo la dirección de la Naciones Unidas. Los testigos dibujaron diagramas y mostraron fotografías, que detallaban los abusos horrorosos que ellos habían visto. El día terminó cuando el abogado de los demandados, Kurt Klaus, le hizo preguntas al tercer testigo. Su testimonio duró dos horas y comenzó denuevo al día siguiente.

Testimonio de Roberto Alvarez

En enero de el año 1978, Roberto Alvarez era uno de tres abogados empleados con la delegación y miembro de la Organización de Estados Americanos (la OEA) en El Salvador. La OEA es una organización regional cuyo mandato es el de promover la paz y la seguridad en el hemisferio Occidental. El objetivo de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos busca, en parte, proteger los derechos humanos. La Comisión Interamericana tiene autorización de los países miembros para recibir y investigar las quejas de abusos de derechos humanos. Alvarez le explicó al jurado que cualquier gobierno ó organización no gubernamental ó individuo pueden iniciar una queja con la OEA,. Cuando las quejas describen abusos notorios, la Comisión puede enviar a un grupo a investigar la queja si el gobierno anfitrión da su consentimiento.

Después de recibir aproximadamente 75 quejas de violaciones a los derechos humanos en El Salvador, la Comisión envió a un grupo a investigar. Las quejas incluyeron alegaciones de tortura, y algo que Alvarez llamó una forma " única" de violaciónes a los derechos humanos – el secuestro y la detención sin communicación de ciudadanos. El grupo investigativo tenía en especial un enfoque de investigar estas "desapariciones". Hoy, él dijo que "las desapariciones" son un crimen contra la humanidad.

La mayor parte de las quejas recibidas por la Comisión acusaban a las fuerzas de seguridad o sea la Policía del Tesorero, la Policía Nacional y la Guardia Nacional. Muchas quejas contaban de celdas subterraneas que el equipo investigativo intentó localizar en cada una de sus visitas. Después de que una visita a la localidad donde residía la Guardia Nacional en la que el grupo investigativo no pudo localizar las celdas secretas, el grupo habló con un testigo quien pudo describir la posición exacta de las celdas. Se memorizaron el plano del edificio de la oficina central de la Guardia Nacional y volvieron al local sin anunciarse pidiendo entrar denuevo. Fue aquí, en este momento de su testimonio, que Alvarez dibujó un mapa del edificio para el jurado y les mostró la posición de las celdas secretas. El mapa fue puesto como evidencia.

En la oficina central de la Guardia Nacional, el guía fue el que era entonces el Director General de la Guardia Nacional, el General Alvarenga. Él escrupulosamente evitó llevar al grupo a esa parte del edificio donde Alvarez sabía que estaban localizadas las celdas secretas. Cuando el grupo estaba en el segundo piso del edificio Alvarez y su colega sabían que esta era una unidad especial – ahí los soldados no llevaban uniforme, tenían ametralladoras en vez de rifles, y tenían un equipo de telecominucaciones. Finalmente, Alvarez y su colega subieron una escalera sin permiso. El general que actuaba como guía se puso furioso, pero Alvarez simplemente le recordó que ellos tenían un permiso oficial para inspeccionar por entero el local.

Al entrar al tercer piso, ellos intentaron sostener su postura. Alvarez dijo que uno de los cuartos que pasaron tenía un espejo de visión doble, el General explicó que este cuarto era usado para tomar fotografías. Otro cuatro tenía equipo eléctrico. Al principio no podían ver ningúnas otras celdas pero después vieron unas camas metálicas que bloqueaban una puerta y comprendieron que ésto había sido la bulla que habían oído antes. Él le pidió al General que quitara las camas. El General de mala gana dió las orden de que se movieran. Cuando Alvarez caminó para entrar dentro de el pequeño y muy apretado cuarto que estaba muy oscuro pidió una linterna. Él podía oler pintura fresca. Él abrió una puerta metálica grande y pesada e inmediatamente la cerró porque cada pulgada del cuarto estaba cubierta de cucarachas. Una por una visitó las otras celdas donde descubrió las iniciales de los que habían sido detenidos anteriorment. Sus iniciales habían sido grabadas en la parte trasera de las puertas metálicas. Este acontecimiento de las iniciales también habían sido descritas por los que habían sido detenidos.

Después de su visita, la OEA redactó un informe y lo envió a el gobierno Salvadoreño pidiendo una respuesta. El reporte final indicada, entre otras cosas, que el choque eléctrico, las palizas con objetos planos ó redondos de madera, "y la capucha", que era un saco pesado lleno de lejía que le colocaban sobre la cabeza al prisionero, eran algunos de los métodos más comunes de tortura que usaba la Guardia Nacional. Alvarez le afirmó a el jurado que si a ellos no les hubieran dado esta información independiente, ellos nunca hubieran descubierto las celdas secretas.

Testimonio del sacerdote Padre Paul Schindler

Beth Van Schaack, uno de los abogados de los demandantes, luego llamó a el testigo siguiente. Llamó a un sacerdote Católico de Ohio, el Padre Paul Schindler quien sirvió en El Salvador durante diez años. El Padre Schindler fue testigo de los efectos que tuvieron las medidas militares. Su testimonio detallado y a veces escandaloso, describió la busqueda de los desaparecidos y el entierro de los muertos y él directamente le dió la culpa de esta violencia a los militares. El Padre Schindler describió que muy a menudo los cuerpos mutilados de los muertos eran abandonados, dejando los cuerpos con un cartelón dando una advertencia que aquel quien intentara enterrar estos cuerpos también sería matado. " Si en la mañana me despertaba con el bullicio y por los golpes en la puerta yo sabía que este iba a ser un mal día, " dijo el sacerdote. " Alguien había sido sequestrado esa noche. "

Después del sermón más famoso del Arzobispo Romero, antes de ser asesinado, en el que él le suplicó a los soldados jóvenes de el país que desobedecieran las ordenes y que rechazaran matar, muchas iglesias a través del país pusieron cartelones. Proyectado sobre una pantalla para que el jurado viera una fotografía que fue tomada por el Padre Schindler, se enseñó el cartelón que él había colgado delante de su propia iglesia. Él cartelón decía " No Mataras." Cuando se fue la luz en la noche, la Guardia Nacional derribó el cartelón.

Durante el transcurso del testimonio del Padre Schindler, Van Schaack le enseñó al jurado otras varias fotografías y las entró como evidencia. Todos las fotografías fueron tomadas por el Padre Schindler. Su testimonio describió los cuerpos torturados y mutilados que se encontraron por los caminos ó que se encontraron en las piedras de los peñascos. Los militares declaró el Padre Schindler, usaban el peñasco para eliminar a sus víctimas. Cuando la marea estaba baja los cuerpos no se iban al mar y el olor se elevaba sobre el borde del peñasco. El padre Schindler con algunos de los muchachos de la parroquia recuperaba los cuerpos y les daba una sepultura apropiada. Después cuando Kurt Klaus le preguntó al padre sobre la actividad guerrillera en esta área él contestó que no había ninguna actividad en La Libertad.

Testimonio de Lauren Gilbert

El testigo final del día fue Lauren Gilbert, una profesora de derecho en la Universidad St. Thomas quien trabajó con la Comisión para la Verdad de las Naciones Unidas en El Salvador. La Comisión para la Verdad fue establecida por los Acuerdos de paz de el año 1992 entre el gobierno Salvadoreño y el FMLN. El mandato de la Comisión, explicó Gilbert, era de investigar los actos de violencia serios que se llevaron acabo durante el conflicto armado, y de hacer recomendaciones para impedir que los abusos volvieran a ocurir. La Comisión tenía un mandato de seis meses durante los cuales los investigadores recibieron 7,000 quejas directas y a la vez también obtuvieron documentación de otras organizaciones. El informe que publicó las Naciones Unidas en 1993, encontró que los responsables de un 85% de las violaciones a los derechos humanos fueron las fuerzas armadas y las fuerzas de seguridad.

Gilbert describió las normas de prueba que usaron los comisionados para certificar la responsabilidad en diferentes casos particulares. Tres normas de prueba fueron usadas: " evidencia abrumandora, " " evidencia sustancial, " " y evidencia suficiente." Gilbert le dijo a el jurado que ningún caso sería incluído en el informe si no habían al menos dos fuentes de corroboración definitiva., y no podrían nombrar a nadie como persona responsable a no ser que al menos tuvieran pruebas ó "evidencia sustancial. " El mandato de la Comisión les proveyó a los investigadores amplios poderes permitiendoles solicitar información de cualquier persona, pero los miembros de las fuerzas armadas raras veces cumplían.

Gilbert describió dos casos que ella había investigado para la Comisión. Uno fue el secuestro de Ventura y Mejia, dos estudiantes de derecho, que fueron secuestrados por los miembros uniformados de la Guardia Nacional afuera de la Embajada de los Estados Unidos en El Salvador. Los estudiantes, quienes habían participado en protestas políticas, fueron sostenidos detrás de la embajada por aproximadamente una hora, después fueron lanzados en el baúl de un coche sin marca y se los llevaron. Nunca los volvieron a ver. Según Gilbert, los familiares de estos dos estudiantes fueron inmediatamente a la Guardia Nacional, pero Vides Casanova negó todo conocimiento de este acto. El reporte de La Comisión para la Verdad nombra a el General Vides Casanova como la persona responsable porque él no investigó este caso.

Las preguntas de el abogado de los demandados empezó despues pero concluyó al día siguiente. Klaus hizo preguntas muy agresivas, más que las anteriores. Después el abogado de los demandantes Jim Green también respondió enérgicamente. Señalando a el General Vides Casanova y a el General García, él le preguntó a la Profesora Gilbert si el informe de la Comisión ponía la responsabilidad por las violaciones a los de derechos humanos en cada uno de ellos. " Sí el informe dice eso mismo " le contestó ella. Después, por primera vez en este juicio el jurado envió unas preguntas al Juez Hurley. El jurado pidió unas clarificaciones de el testigo acerca de las acciones que se tomaron contra los responsables y los autores de los abusos de derechos humanos en las muertes que ocurieron en Las Hojas, otro de los casos investigados por la Profesora Gilbert. El jurado quería saber si algunas investigaciones en El Salvador fueron conducidas por tribunales militares o por tribunales civiles y querían saber si alguien hubía sido castigado por el crímen. Gilbert les dijo que a nadie se le había hecho responsible por estos actos.

Romagoza v. García

Cuarto Día del juicio, puesto al día el 27 de junio de 2002

Testimonio de Carlos Mauricio

El jurado hoy estubo hipnotizado en sus asientos, de vez en cuandosentados sobre el borde de sus asientos, cuando el segundo de los tres demandantes presentaron testimonio. Carlos Mauricio, un profesor de ciencias en el Instituto Balboa en San Francisco, Californa y un poeta y escritor, le dijo a el jurado que el se creó en un pequeño pueblo en El Salvador. Era el tercero de cuatro niños. Su madre murió cuando él tenía 11 años, y a la edad de 14, Carlos se fue para mantenerse a San Salvador. Él trabajó en construcción durante el día y asistió a el colegio de noche. Mauricio continuó sus estudios en la Universidad de El Salvador.

Cuando los militares invadieron la universidad en el año 1972, Mauricio fue detenido con muchos otros trabajadores y estudiantes de la universidad. Él fue llevado a la Jefatura de la Policía Nacional, y después fue liberado. Cuando la universidad volvió a abrir un año más tarde, él denuevo comenzó sus estudios y eventualmente terminó obteniendo una Licenciatura en Ingeniería Agrícola en el año 1979. Mauricio recibió una beca para hacer su posgrado de maestría en Méjico. Antes de que él emprendiera para Méjico a continuar sus estudios, sin embargo, los militares otra vez ocuparon la universidad, esta vez se ocupó por diez años. Fue entonces que Él y otros profesores y estudiantes crearon una Universidad-en-exilio, donde Mauricio dió clases. A su llegada de Méjico, le pidieron a Mauricio que fuera el coordinador de el programa de posgrado de Ciencias Agrícolas.

Un lunes, el 13 de junio de 1983, un desconocído entró al aula donde Mauricio estaba al comenzar una clase. El hombre le preguntó si él era Carlos Mauricio, y le dijo que su coche estaba bloqueando el de él. Le preguntó si él podía moverlo. Cuando Mauricio llegó a la calle, él comprendió que esto era una mentira. Mauricio intentó correr hacia el edificio y empujó al hombre quien lo había traído para afuera pero en ese momento, un grupo de hombres armados surgieron de otros vehículos y rodearon a Mauricio. Lo golpearon y lo lanzaron en una furgoneta. Lo llevaron por la ciudad, esposado, vendado y herido. Aunque al principio estaba algo desorientado, luego él adivinó que había sido detenido y que lo habían llevado a la Jefatura de la Policía Nacional. Mauricio vivía a sólo a unas cuadras de allí, él reconoció el sonido de los automobiles que tienen que subir una cuesta alta y tambien reconoció el toque de las campanas de la iglesia. Lo obligaron a subir unas escaleras y lo tiraron sobre los cuerpos de otros. Él le describió al jurado que sentía " el miedo y el olor de muerte " alrededor de él.

Mauricio fue interrogado y torturado durante muchos días. Él intentó desesperadamente de hacer contacto con otros que estaban detenidos y descubrió que su colega Maurice Ticas estaba allí también. Lo interrogaron continuamente sobre si él era a un guerrillero y hasta lo acusaron de ser un comandante guerrillero a pesar de que el firmemente negaba cualquier participación. Él eventualmente fue movido a unas celdas diferentes donde le quitaron su vendaje. Ahí fue cuando él reconoció las celda donde había sido detenido y encarcelado anteriormente. Era la Jefatura de la Policía Nacional donde había estado once años antes.

Durante su estadía el Comité Internacional de la Cruz Roja (CIRC) hizo una visita de inspección a las celdas y entrevistaron a Mauricio. Una carta presentada al jurado confirmó este hecho. Las celdas de la cárcel estaban llenas de prisioneros políticos. El contó que las celdas estaban tan sucias y tan asquerosas que él y otros prisioneros dormían en ropa interior para intentar mantener limpia su ropa y para que no se llenara de insectos. No le dieron prácticamente nada de comer ó beber. Una noche, todos los prisioneros fueron llevados por un pasillo subterráneo. Cuando este grupo de prisioneros pasó al lado de una mujer que estaba en una celda ella gritó y le pasó un pedazo de queso a un muchacho. Mauricio se enteró que este era un hijo adolescente de la mujer.

Después de doce días en detenimiento, Mauricio fue liberado. A él nunca lo acusaron de ningún crimen, nunca se presentó frente a un juez, y nunca le fue permitido hablar con un abogado. Cuando sus compañeros de celda y los otros prisioneros se enteraron que a él lo iban a poner en libertad, ellos encontraron un pedacito de un lápiz y un trozo de papel donde él copió sus nombres y sus direcciones para así poder decirles a sus familiares que él los había visto.

Después de su salida de la prisión, Mauricio se enteró de las acciones incansables hechas por sus amigos y sus colegas en su nombre . Los estudiantes, la facultad, y sus socios profesionales habían puesto anuncios en la prensa Salvadoreña exigiendo su liberación. Uno por uno le fué mostrado a el jurado cada uno de estos anuncios que fueron ampliados sobre una cartulina. En un punto, el juez bajó de su puesto para poder ver estas demostraciones que veía el jurado.

Mauricio se sintió como si hubiera renacido ese día. Estaba demacrado y lleno de sangre causado por las palizas y las torturas que sufrió. Él se quedó en la casa de su ex-suegro pero cada día tenía miedo de que lo iban a matar. Tres semanas después se escapó de El Salvador. Mauricio hizo residencia en San Francisco.

Cuando le hizo las preguntas el abogado de los demandados, Mauricio habló de la importancia de la justicia que se busca en este caso. Él acentuó que él había esperado su día en este tribunal durante 19 años. Mauricio, que sólo demanda a Vides – Casanova debido a las fechas de su detención, dijo que este caso no sólo es uno de secuestros y de torturas ilegales, sino que es uno que ayudará a curar sus heridas y su sufrimiento. Con los ojos fijos en los generales les dijo, " necesito una respuesta del general Vides-Casanova, por qué me detuvieron? Y por qué no hicieron nada para que pararan ó para prevenir estas torturas?

La semana que viene, el testimonio seguirá en el caso de los demandantes. Debido a compromisos anteriores del juez y el día de la independencia el juicio seguirá sólo el martes, 2 de julio y el miércoles, 3 de julio. 


Este informe fue redactado por: Patty Blum, Profesora de derecho y
Directora del Coloquio de los Derechos Humanos Internacionales,
Universidad de California, Berkeley, Boalt Hall y miembro del Consejo
Legal del CJA; y sus asistentes Daniela Yanai, y María Beth Kaufman,
estudiantes de la escuela de derecho en Boalt Hall de la Universidad de
California, Berkeley.