Las Víctimas


Padre Ignacio Ellacuría Bescoetxea

Ignacio Ellacuría, S.J., nació el 9 de noviembre de 1930 en Bilbao, España. Fue Rector de la UCA durante más de diez años. Fue teólogo, filósofo e intelectual de gran talento, con un feroz compromiso con los derechos humanos. Fueron sus tremendos esfuerzos por llegar a una solución negociada los que le ganaron la enemistad del ejército y de sectores políticos derechistas. En los últimos veinte años de su vida el Padre Ellacuría estuvo dedicado de pleno a su trabajo pastoral con los pobres.

La orden de Ponce que resultó en la Masacre de los Jesuitas fue “matar al Padre Ellacuría y no dejar testigos.” Debido a sus críticas de la dictadura militar, Ellacuría fue objetivo del ejército Salvadoreño. Ellacuría mantuvo que la causa fundamental del conflicto armado en El Salvador, no era la agresión del comunismo sino una injusticia estructural vivida por los salvadoreños. Para el Padre Ellacuría el único modo de terminar con la guerra era lidiar con esta injusticia.

Padre Ignacio Martín-Baró    

Ignacio Martín-Baró, S.J. nació el 7 de noviembre, 1942 en Valladolid, España. Era un reconocido académico, psicólogo social y filosofo. Tras su entrada en la Compañía de Jesús, sus superiores le enviaron a Centro-América. En 1967, el padre Martín-Baró comenzó a enseñar en la UCA. Durante su ocupación en la UCA ejerció importantes papeles, incluyendo el de Decano de Estudiantes y director del Departamento de Psicología. En 1986, el Padre Martín-Baró fundó el Instituto Universitario de Opinión Publica de la UCA cuya misión era evaluar las aptitudes y opiniones del pueblo Salvadoreño. Miembro activo de la comunidad, el Padre Martín-Baró también participó en la Junta Directiva Editorial de la revista de la UCA Estudios Centroamericano, del Diario de Psicología de El Salvador y la revista Costarriqueña Polémica.

El Padre Martín-Baró era el cuarto de seis hijos. En la noche del 15 de noviembre de 1989, llamó a su hermana Alicia en España. Durante la llamada, Alicia le preguntó, “¿Cuando van a mejorar las cosas en El Salvador?” el Padre Martín-Baró respondió, “Muchas personas van a tener que morir antes que eso ocurra.” Apenas unas horas más tarde, el y los otros eran asesinados.

Padre Segundo Montes

Segundo Montes, S.J., nació el 15 de mayo de 1933 en Valladolid, España. Fue un reconocido académico y activista de derechos humanos. Entró en el noviciado de la Sociedad Jesuita en 1950. El Padre Montes comenzó su carrera enseñando en el Externado San José, una escuela tradicional Jesuita dedicada a educar a los niños de la elite Salvadoreña. Uno de sus alumnos, José Ricardo Espinoza Guerra, sería el comandante de los soldados que más tarde le asesinarían.

En 1985, el Padre Montes fundó el Instituto de Derechos Humanos de la UCA (IDHUCA), el cual dirigió hasta su muerte en 1989. Como director del IDHUCA, el Padre Montes se volvió muy popular en El Salvador y en Estados Unidos debido a su trabajo con refugiados salvadoreños en todo Centro- y Norte-América. Fue designado en las juntas directivas del Centro de Recursos de Centro America y del Centro para Refugiados Centroamericanos. El Padre Montes también se convirtió en consejero informal del Congreso Joe Moakley de Massachusetts en el tema de los refugiados salvadoreños en Estados Unidos. El miembro del Congreso Joe Moakley fue más tarde encomendado con la tarea de investigar la Masacre de los Jesuitas.

Padre Amando López

Armando López, S.J., nació el 6 de febrero de 1936 en Burgos, España. En 1952 inició su noviciado en la Sociedad Jesuita. Fue a El Salvador en el segundo año de su noviciado y después, en 1954, a Quito, Ecuador para estudiar filosofía y humanidades clásicas. Se graduó en Europa, y regresó a El Salvador en 1970 para enseñar en el seminario San José de la Montaña. Poco después se convirtió en su rector. Durante 1973 y 1974, el Padre López enseñó filosofía en la UCA.

En 1975, el Padre López se mudó a la Universidad de Centro America en Managua, Nicaragua. Su llegada coincidió con los años finales del régimen de Somoza, durante los cuales el Padre López asistió a gran numero de personas que sufrían penurias. Durante los momentos más difíciles de los bombardeos de Somoza a civiles, el Padre López abrió las puertas de la ciudad universitaria a aquellas familias que lo necesitaban. En 1979, tras el éxito de la revolución Sandinista en Nicaragua, el Padre López fue nombrado rector de la universidad, puesto que mantuvo hasta 1983 cuando el conflicto entre la Iglesia y el estado Nicaragüense le forzó a dimitir. En 1984, el Padre López regresó una vez más a El Salvador y ejerció como profesor de teología y filosofía en la UCA. Fue también pastor de la comunidad Tierra Virgen en Soyapango, una barriada pobre de la periferia de San Salvador.

Padre Juan Ramon Moreno

Juan Ramón Moreno, S.J., nació el 29 de agosto de 1933 en Navarra, España. Tras comenzar su noviciado en la Sociedad Jesuita en 1950, pasó los siguientes ocho años en El Salvador. En 1969, el Padre Moreno viajó a Roma para tomar cursos en espiritualidad, y en 1970 regresó a El Salvador para dirigir el seminario Jesuita. Durante ese tiempo también enseñó en la UCA.

En 1976, el Padre Moreno fue enviado a Panamá con objeto de crear el Centro Ignaciano de Centro America para promover la espiritualidad ignaciana. De 1976 a 1980, construyó la biblioteca del Centro y fundó la publicación Diakonia, la cual buscaba propagar información sobre teología espiritual y de liberación. En 1985, el Padre Moreno volvió a El Salvador para organizar el Centro de Reflexión Teológica de la UCA. Así mismo enseñó filosofía y supervisó la construcción del Centro Pastoral Monseñor Romero. A pesar de todos sus logros académicos, el Padre Moreno siempre añoró trabajar como sacerdote en una parroquia rural.

Padre Joaquín López y López

Joaquín López y López, S.J., nació en Chalchuapa, El Salvador el 16 de agosto de 1918. Entró en el noviciado de la Sociedad Jesuita con Jesuitas Mexicanos en El Paso, Texas, en 1938. El Padre López y López comenzó sus estudios teológicos en Estados Unidos y los completó en España en 1951. Tomó sus votos con la Sociedad de Jesús en 1952.

Unos años más tarde, el Padre López y López aunó esfuerzos para crear la UCA. En 1969, junto con un grupo de mujeres, recaudó dinero y creó la organización Fe y Alegría, la cual dirigió hasta su muerte. Durante ese tiempo, se abrieron 30 centros de educación en comunidades marginadas a través del país y 48,000 personas recibieron entrenamiento vocacional y educación en El Salvador, uno de los problemas más urgentes en el país.

Julia Elba Ramos

Julia Elba Ramos nació en Santiago de María, El Salvador el 5 de marzo, de 1947. El esposo de Elba, Obdulio, trabajaba como supervisor en una plantación en Santa Tecla, y ella trabajaba como empleada doméstica en San Salvador. Durante la recolección de la cosecha del café, Elba dejaba su trabajo domestico para cortar café en la plantación donde trabajaba su esposo. En 1970, el dueño de la plantación fue secuestrado y asesinado, forzando a Elba y Obdulio a abandonar sus trabajos. La pareja se mudó a Jayaque, donde Obdulio trabajó como vigilante y Elba cultivaba maíz y judías (frijoles) para alimentar a su familia. Elba y Obdulio tuvieron cuatro hijos, dos de los cuales murieron. En el momento de la masacre, Elba y Obdulio tenían dos hijos vivos, uno de ellos Celina Meredith.

En 1985, Elba comenzó a trabajar en la residencia de los Jesuitas en la UCA. En 1989, el Padre Montes ofreció a Obdulio trabajo como jardinero y vigilante de la nueva residencia universitaria, así como una casa nueva construida cerca de la residencia. Elba fue asesinada junto con su hija Celina, su cuerpo abrazando el de su hija, tratando de protegerla de los disparos.

Celina Meredith Ramos

Celina Meredith Ramos nació en Jayaque, El Salvador el 23 de febrero de 1976. En 1989, terminó su primer año de instituto en el Instituto José Damian Villacorta en Santa Tecla. El 11 de noviembre, 1989, al comienzo de la ofensiva del FMLN, una patrulla del FMLN bombardeó una de las entradas de la UCA y rompió todas las ventanas de la casa de la familia Ramos. A partir de esa noche, Celina y su madre dormían en un pequeño cuarto junto al refectorio de los Jesuitas. La noche de la masacre, el padre de Celina se quedó en la casa. Él fue el primero en encontrar los cuerpos de su esposa e hija junto a los sacerdotes Jesuitas asesinados.