Chile: El Caso Fernández Larios

Cabello v. Fernández-Larios
402 F.3d 1148, 1155 (11th Cir. 2005)


EN BREVE | ANTECEDENTES | HISTORIA DEL CASO

EN BREVE

En 2003, CJA gano un caso contra un operativo chileno del escuadrón de la muerte responsable por el asesinato del economista chileno Winston Cabello en 1973.  Winston era uno de los mas de 75 o mas civiles ejecutados bajo la “Caravana de Muerte” de Augusto Pinochet.  

Un jurado en Florida encontró a Armando Fernández Larios responsable por tortura, crímenes de lesa humanidad y matanzas extrajudiciales e impuso $4 millones de dólares en daños.  En 2005, el Juzgado de Apelación del 11º Circuito mantuvo el veredicto.  

ANTECEDENTES

En Octubre de 1973, el General Sergio Arellano Stark, bajo ordenes del General Augusto Pinochet, lidero una “delegación militar” a su propio estilo en un viaje del sur al norte de Chile.  Llamada la “Caravana de la Muerte,” esta delegación en verdad era un escuadrón de muerte.  Conforme iban llegando a bases militares locales, la Caravana revisaba la guarnición, a menudo haciendo pruebas por sospechas de deslealtad, y ordenaban o llevaban a cabo la tortura, abuso y matanza extrajudicial de al menos 75 prisioneros políticos. El propósito de la Caravana era de pura intimidación y terror:

“Una de las razones de la misión era…para aterrorizar la presunta voluntad de la gente chilena de pelear de regreso.  Pero sin alguna duda, también tenia la intención de inculcar miedo y terror entre los comandantes.  Para prevenir cualquier personal militar, hasta los oficiales de rango mas bajo, de tomar un paso falso: esto podría pasarle a usted!”

– Oleguer Benaventes Bustos, segundo en mando en el Régimen Talca en 1973

Algunas de la victimas eran percibidos como oponentes políticos de la junta militar, algunos eran oficiales militares considerados muy indulgentes con sus presos.  Otros, como Winston Cabello, que simplemente eran sirvientes civiles que habían trabajado para el gobierno de Allende.

Winston Cabello, de 28 años de edad, era urbanista regional y economista para el gobierno del Presidente Salvador Allende durante el tiempo del golpe de estado en Septiembre de 1973.  Cabello era un oficial estimado y una estrella como jugador de fútbol en Copiapó, la ciudad en el norte donde vivía y trabajaba.

El 12 de Septiembre de 1973, el día después del golpe de estado, Cabello fue arrestado con otras personas percibidas como oponentes políticos y detenido en una guarnición militar en Copiapó.  A mediados de Octubre, le dijeron que su archivo había sido examinado y que su liberación era inminente.   

Pero el 16 de Octubre de 1973, el acusado Armando Fernandez Larios y los otros miembros de la “Caravana de Muerte” llegaron a la guarnición militar.  Como esta indicado en la querella, la escuadra escogió a trece prisioneros para ejecución: entre ellos estaba Winston Cabello. Durante la noche, los prisioneros designados fueron apartados de las instalaciones de detención y metidos en una camioneta militar.

Como a diez minutos fuera de Copiapó, en un área aislada fuera de la carretera, el vehiculo se paro y los prisioneros fueron ordenados a bajarse de la camioneta.  Mataron a los trece prisioneros por balazo o por cuchillazos con corvos, el cuchillo curvado tradicional del ejercito chileno.

Después, un anuncio fue publicado en un periódico local indicando que los prisioneros habían sido matados a balazos “mientras trataban de escapar.”  De 1973 hasta 1990, oficiales del gobierno se negaban a darle los cuerpos de las victimas a sus seres queridos para un entierro.

Finalmente, en 1990, cuando Pinochet ya no estaba en poder, las familiar de las victimas pusieron una petición al gobierno chileno que emprendieran una exhumación en Copiapó, donde se creía que las victimas estaban enterradas.  Preservados por el clima seco del desierto, sus cuerpos tenían señas de tortura atroz.

A este punto, el acusado Fernández ya se había “jubilado” a los Estados Unidos.  Allí, Fernández públicamente reconoció que había acompañado al General Arellano Stark en la Caravana de Muerte.  Sin embargo, una ley de amnistía chilena prohibía el proceso de un caso en Chile, y la ley criminal de los EEUU no permitía el proceso de un caso por matanzas extrajudiciales cometidas en el extranjero, o de tortura cometida en el extranjero antes de 1994.  Por consiguiente, una demanda civil era el único remedio legal para la familia de Cabello contra Fernández.

HISTORIA DEL CASO

Presentación & Mociones Antes del Juicio

CJA interpuso Cabello v. Fernández Larios ante el Juzgado de Distrito de EEUU del Distrito del Sur de Florida en 1999.  La demanda acusaba a Armando Fernández Larios de complicidad en la tortura y asesinato en 1973 de Winston Cabello.

Los cargos—incluyendo crímenes de lesa humanidad; matanzas extrajudiciales; tortura; y tratamiento cruel, inhumano o degradante—fueron presentadas bajo la Alien Tort Statute (ATS) y el Torture Victim Protection Act (TVPA).

El acusado Fernández presento mociones para desechar la demanda y para una sentencia sumaria a base que la demanda fue interpuesta después de los 10 años de la ley de prescripción de ATS y TVPA.  Sin embargo, el Juzgado de Distrito aplico el principio de prórroga, porque la familia Cabello no tenían la certeza de la muerte de Winston, o de las circunstancias o de la forma horrorosa de su muerte hasta 1990, cuando equipos forenses finalmente pudieron localizar y exhumar sus restos de una fosa común secreta.  

Juicio & Veredicto

El 15 de Octubre de 2003, un jurado de Miami encontró a Fernández responsable por tortura, crímenes de lesa humanidad y matanzas extrajudiciales.  El jurado indemnizo $4 millones en daños compensatorios y punitivos a los demandantes: Zita Cabello Barrueto, Karin Moriarty, Aldo Cabello, y Elsa Cabello – la hermana, hermano, y madre de Winston Cabello, respectivamente.

Apelación

Fernández apelo el veredicto,  intentando de reintroducir el argumento que la demanda—interpuesta 26 años después de los presuntos eventos—estaba fuera de tiempo por los 10 años de la ley de prescripción.  El 14 de Marzo de 2005, un panel de tres jueces del Juzgado del Apelación del 11º Circuito de los EEUU rechazó todos los argumentos de Fernández y mantuvo el veredicto.  

La victoria de la familia Cabello fue una poderosa vindicación para los sobrevivientes del régimen de Pinochet. El juicio marco la primera vez que un perpetrador del tiempo de Pinochet fuera juzgado en los Estados Unidos, y también el primer veredicto de jurado para crímenes de lesa humanidad en los Estados Unidos.