Alvaro Saravia es un ciudadano salvadoreño y antiguo Capitán en las Fuerzas Aéreas de El Salvador. En el momento de interponer la demanda, el residía en la ciudad de Modesto en el Valle Central de California. En 1979, Saravia dejó el ejército, y desde ese momento trabajó cercano al reputado líder del escuadrón de la muerte Roberto D’Aubuisson. D’Aubuisson, en conjunción con elementos de las fuerzas armadas salvadoreñas y civiles de extrema derecha en El Salvador, Guatemala y los Estados Unidos fundó el movimiento Frente Amplio Nacional (FAN) y el partido político de extrema derecha Alianza Republicana Nacionalista (“ARENA”). D’Aubuisson organizó los escuadrones de la muerte – organizaciones paramilitares compuestas de civiles y figuras militares – que sistemáticamente llevaban a cabo asesinatos de naturaleza política y otros abusos a los derechos humanos en El Salvador. D’Aubuisson murió de cáncer en 1992, sin haber sido nunca llevado a la justicia por sus crímenes.
Saravia vivió en los Estados Unidos desde al menos 1987, cuando fue encarcelado 14 meses bajo cargos de inmigración y extradición. Fiscales salvadoreños buscaron su extradición por el papel que jugó en el asesinato de Monseñor Romero pero la Corte Suprema de El Salvador retiró más tarde la petición de extradición en una decisión denunciada como dudosa y políticamente motivada por la Comisión de la Verdad de la ONU, la Comisión de Derechos Humanos Inter Americana, y muchas otras organizaciones de derechos humanos.
Saravia salió en libertad bajo fianza de una prisión federal de los Estados Unidos en 1988 siguiendo la decisión de la Corte Salvadoreña y estableció residencia en California y Florida. Se cree que Saravia corrió a esconderse tras la interposición de CJA del caso contra el en 2003. Aunque el permanece en la lista de personas más buscadas de las Autoridades de Inmigracion y Aduanas de Estados Unidos, existen razones para creer que Saravia ahora reside en Latino America.
El 24 de Marzo 2006 el periódico Miami Herald publicó una entrevista con Saravia en la cual el reconocía su papel en el homicidio del Arzobispo Romero e indicaba que estaba trabajando en un libro detallando los roles de sus co-conspiradores. En la entrevista, Saravia afirmó conocer la identidad de la persona que disparó a Monseñor Romero, pero dijo que solo divulgaría su nombre a cambio de garantías para su seguridad. De acuerdo a lo publicado en el Herald, la entrevista tuvo lugar en un país de Latino America no mencionado a petición de Saravia.
En El Salvador, a Saravia le protege de ser enjuiciado la ley de amnistía de 1992. Actualmente no se enfrenta a cargos criminales.