Testimonio

Chavez et al. v. Carranza


Resumen del caso presentado por los demandantes

El Centro de Justicia & Responsabilidad junto (CJA) junto con la firma de abogados de Tennessee Bass, Berry & Sims, representan cinco individuos quienes han demandado al comandante salvadoreño Nicolás Carranza por tortura, asesinato extrajudicial y crímenes de lesa humanidad. La acusación la han presentado Matt Eisenbrandt, Director Legal de CJA, la Profesora Carolyn Patty Blum, Asesor Legal de CJA, y David Esquivel de Bass, Berry & Sims. La abogada internacional de CJA, Almudena Bernabeu es también parte del equipo legal de la acusación.

El caso esta precedido por otros dos entablados por CJA (Doe v. Saravia y Romagoza et. al. v. Garcia & Vides Casanova) los cuales envuelven violaciones a los derechos humanos cometidas durante la brutal represión militar y guerra civil que tuvo lugar en los annos 80.

En el presente caso, Chávez v. Carranza, el demandado, Coronel Nicolás Carranza fue el viceministro de Defensa de El Salvador desde Octubre de 1979 hasta Enero de 1981 y mas tarde como Director de la Policía de Hacienda desde Mayo de 1983 hasta Mayo de 1984. Este es el primer caso en el que se le pide a un jurado norteamericano que delibere y encuentre a un comandante culpable por crímenes de lesa humanidad – ataque generalizado y sistemático contra la población civil. Este caso a diferencia de los que le preceden es único además por que el jurado tendrá que considerar la conexión entre los escuadrones de la muerte compuestos por hombres de civil y las fuerzas de seguridad salvadoreñas con quienes trabajaban.

El 1 de Noviembre a eso de las 9 de la mañana ingresaron los demandantes a la sala de juicio del Distrito Federal del Juez Jon P. McCalla en Memphis, Tennessee. El jurado, compuesto por seis mujeres y cuatro hombres de 27 a 67 años de edad, tomó asiento.

Argumento de Apertura de los Demandantes

El abogado David Esquivel, socio de la firma de Tennessee Bass, Berry & Sims, comenzó la exposición inicial del caso presentando al jurado brevemente a cado uno de los cinco demandantes. Indicando las alegaciones hechas por torturas, asesinato extrajudicial, y crímenes de lesa humanidad. Esquivel explicó mas tarde al jurado la vinculación del Coronel Nicolás Carranza con cada uno de los casos de los demandantes. Carranza es ciudadano estadounidense viviendo en Memphis, Tennessee desde hace veinte años.

Carranza fue alto mando de las Fuerzas Armadas Salvadoreñas como viceministro de Defensa desde 1979 hasta 1981. Durante ese periodo 10,000 murieron a manos de las fuerzas de seguridad del estado. El abogado enfatizó que el Coronel Carranza incumplió su deber de prevenir abusos a los derechos humanos cometidos por militares y de castigar a los responsables de dichos abusos. Así mismo señalo que ninguno de los responsables por lo sufrido por los demandantes ha sido acusado o condenado formalmente. Esquivel alegó que el Coronel Carranza igualmente dio luz verde a sus subalternos para que continuaran cometiendo estos actos de terror.

El abogado también relató que en 1983 el Coronel Carranza fue nombrado director de la Policía de Hacienda, una división de las fuerzas de seguridad conocida por llevar a cabo detenciones ilegales de un sinnúmero de civiles y el uso sistemático de tortura, incluyendo la de Daniel Alvarado. Esquivel contó al jurado que presentaría pruebas que demostrarían que el Coronel Carranza confeso a funcionarios estadounidenses que la Policía de Hacienda cometía abusos. A pesar de que el acusado reconoció ejercer responsabilidad de mando sobre los subalternos, nunca disciplinó ni castigó a ningún integrante de la Policía de Hacienda por tortura o abusos a los derechos humanos cometidos durante su mando.

El abogado Esquivel terminó su exposición inicial solicitándole al jurado llegar a la conclusión de que los cargos presentados por los demandantes constituyen crímenes de lesa humanidad, y que el Coronel Carranza fue responsable por dichos crímenes como integrante del alto mando militar. Por ello el jurado deberá determinar una indemnización por daños y perjuicios como símbolo de la justicia debida a los demandantes y a todos los Salvadoreños.

Argumento de Apertura de la Defensa

Robert Fargason, abogado del acusado presentó un breve resumen de la defensa. Describió al coronel Carranza como una persona de vida ejemplar, trabajando en finca raíz al llegar a EEUU tras su retiro de las fuerzas armadas Salvadoreñas y más tarde como jefe de seguridad del museo Brooks en Memphis Tennessee hasta su retiro. El coronel Carranza ascendió en el ejercito tras graduarse como el mejor alumno de la Escuela Militar Salvadoreña, donde sobresalió en las materias de táctica, operaciones, artillería, y caballería.

Fargarson describió el periodo de 1979-80 como un tiempo turbulento en El Salvador, durante el cual los comunistas marxistas-leninistas al igual que en Guatemala, Honduras, y Nicaragua intentaban apoderarse del país. También señaló que los grupos indoctrinados, tales como el FPL y el FMLN se organizaron para derrocar al gobierno Salvadoreño con armas suministradas por Cuba, Rusia, y Angola. Fue en este contexto de guerra civil, disturbios y desorden social cuando el Coronel Carranza fue nombrado Viceministro de Defensa.

En el desempeño de su cargo, según la defensa, el Coronel Carranza estaba totalmente subordinado al Ministro de Defensa Eugenio García, por ser el único con poder para impartir ordenes. El abogado Fargason enumeró los cargos posteriores de Carranza como director de ANTEL, la compañía Salvadoreña de telecomunicaciones, y como director de la Policía de Hacienda, adonde fue enviado para mejorar la mala reputación de las fuerzas de seguridad.

Fargarson se refirió a los demandantes señalando que de todos ellos solo Daniel Alvarado había tenido contacto directo con el Coronel Carranza. También alegó que el señor Alvarado tuvo la oportunidad de denunciar que fue torturado en la rueda de prensa y que el Coronel Carranza no hizo nada para impedirlo. Por otra parte el abogado observó que Francisco Calderón era pariente del General García lo que supuestamente le facilitó el haber podido solicitarle ayuda para que se investigara el asesinato de su padre.

Fargarson terminó su exposición inicial enfatizando que el gobierno estadounidense apoyaba a las Fuerzas Armadas Salvadoreñas en la lucha contra el comunismo. Declaró que el Coronel Carranza fue remunerado por una agencia gubernamental de EEUU por lo que era poco probable que fuera el criminal que alegan los demandantes.

Testimonio de los Demandantes

Erlinda Franco

Erlinda Franco viuda de Manuel Franco, uno de los seis líderes del Frente Democrático Revolucionario (FDR) asesinados, testificó primero. El FDR fue una coalición política que buscaba un cambio pacífico y democrático para El Salvador. Franco, junto con los demás lideres del FDR fue secuestrado en una escuela secundaria católica la cual en el momento del secuestro, según los testimonios, se encontraba rodeada por fuerzas militares. Su cuerpo fue hallado junto al de sus compañeros con visibles muestras de tortura y acribillado a balazos un día después de su secuestro a la orilla de una carretera a las afueras de San Salvador.

Cecilia Santos

Cecilia Santos, relató que a los 27 años de edad fue acusada falsamente de haber puesto una bomba en un centro comercial mientras compraba un regalo de cumpleaños. Fue detenida y llevada por hombres de civil al edificio principal de la Policía Nacional donde fue torturada y fue victima de abuso sexual. Cecilia explico que más tarde fue trasladada a la cárcel de mujeres donde permaneció tres años como prisionera política.

Francisco Calderón

Francisco Calderón, testifico que su padre, maestro de escuela y uno de los 22,000 miembros del sindicato de maestros ANDES 21 de Junio, fue asesinado en su casa. Francisco Calderón se encontraba junto a su padre en el momento del asesinato.

Ana Patricia Chávez

Ana Patricia Chávez narró al jurado que su madre miembro del Partido Demócrata Cristiano, fue golpeada y asesinada por individuos de civil tras que estos se adentraran por la fuerza en su casa un Domingo por la mañana. Los mismos individuos acabaron a tiros con la vida de su padre y su marido.

Daniel Alvarado

Daniel Alvarado, era estudiante universitario activo en asuntos de la universidad. Mientras asistía a un partido de fútbol fue secuestrado y conducido a las instalaciones de la Policía de Hacienda. Allí fue torturado por agentes del mismo cuerpo bajo la dirección del jefe de inteligencia. Inmediatamente fue obligado a firmar una confesión en la que admitía la autoría de un crimen que no cometió, el asesinato del agregado militar estadounidense, teniente coronel Albert Schaufelberger. Daniel Alvarado fue presentado en rueda de prensa donde fue obligado a confesar públicamente su responsabilidad en el asesinato. Después de permanecer dos años y medio en la cárcel como prisionero político huyó a Suecia donde obtuvo asilo político.

El jurado escuchó a cada uno de los demandantes a medida que testificaban sobre las torturas que habían experimentado así como relataban los asesinatos de sus seres queridos. El jurado también escuchó a un testigo ocular del secuestro de uno de los lideres del FDR quien observó vehículos militares alrededor del colegio donde los lideres del FDR estaban reunidos y de donde fueron secuestrados.

Testimonio de Expertos

Ex Embajador Robert White

Los demandantes llamaron a testificar al ex Embajador Robert White, embajador estadounidense en El Salvador desde 1980 a 1981.

El embajador White declaró que El Salvador es uno de los países de dictadura militar de más larga duración en la región, y donde el porcentaje de campesinos sin tierras era entre los más altos del mundo. A diferencia del argumento de apertura del abogado Fargarson, el Embajador White enfatizó que El Salvador no estaba dominado por comunistas armados y entrenados en Cuba o Nicaragua desde 1979, sino que más bien el numero de guerrilleros armados era menos de quinientos. La realidad en cambio era que miles de civiles fueron reprimidos brutalmente realizaban manifestaciones pacificas para exigir cambios democráticos, por lo que fueron reprimidos brutalmente por el gobierno controlado por los militares.

White le relató al jurado el golpe de estado de 1979, organizado por un grupo de jóvenes oficiales idealistas dedicados a remover a los de la extrema derecha y así purgar a las fuerzas armadas y de seguridad de los violadores a los derechos humanos. Señaló que la Junta que llegó al poder en poco tiempo fracasó porque el verdadero poder nunca pasó del grupo del Coronel Carranza y General García, quienes posiblemente buscaban darle una imagen de reforma a sus acciones, pero que en realidad nunca tenían la intención de permitir a civiles gobernar el país. Refutando la tesis de la defensa de que Carranza era simplemente un asistente administrativo al Ministro de Defensa García, el Embajador White describió a Carranza como el comandante operativo de las fuerzas armadas y de seguridad Salvadoreñas, mientras que el general García era “el relaciones publicas.” Señaló que los dos eran inseparables y que él específicamente solicitaba la presencia de Carranza en las reuniones que se realizaban para disminuir los abusos de las fuerzas de seguridad, dado que era necesario tener su compromiso con la meta de detener dichos abusos para que se pudieran realizar mejoras.

Coronel José Luis García

José Luis García Coronel retirado del Ejercito Argentino, fue juramentado el miércoles en la tarde del dos de noviembre en su calidad de experto en materia militar Salvadoreña al igual que de sus leyes y reglamentos. Durante su testimonio, el director del Center for Justice & Accountability, Matt Eisenbrandt, ofreció en evidencia varios códigos militares y convenciones aplicables a las fuerzas armadas Salvadoreñas durante el tiempo que el Coronel Carranza era el Viceministro de Defensa y director de la Policía de Hacienda. Cuando se le solicitó describir los deberes de un comandante, García declaró que los deberes principales eran mantener disciplina e impartir ordenes a los subalternos, al igual que mantener el estricto cumplimiento con las leyes nacionales e internacionales. García se fundamentó específicamente en artículos de la Ley Orgánica de Defensa Salvadoreña y enfatizó la responsabilidad que asume un superior por las violaciones y abusos cometidos por sus subalternos. García explicó también que El Salvador estaba obligado a seguir los tratados de Londres y Tokio al igual que las convenciones de Ginebra, los cuales prohíben a gobiernos cometer crímenes contra la humanidad en tiempos de conflicto interno. Dichos acuerdos también estipulan la obligación de un comandante para asegurar que sus subalternos no atenten contra la vida de la población civil.

Profesora Terry Karl

El 7 de noviembre la profesora Terry Karl de la Universidad de Stanford ofreció su pericia con respecto de la campaña sistemática y generalizada de terror que las fuerzas armadas llevaron contra la población civil. También hablaría sobre el control que el Coronel Carranza ejercía sobre los subalternos bajo su mando que cometían abusos a los derechos humanos, al igual que el incumplimiento con su deber de tomar las medidas razonables y necesarias para prevenir o castigar dichos abusos.

Aparte de su experiencia académica extensa, la Profesora Karl basó su testimonio en sus numerosas visitas a El Salvador, las cuales le permitieron presenciar personalmente la violencia generada por el estado y entrevistar a todo el espectro de actores militares y políticos. Sus conocimientos también se basaban en el papel que desempeñó como consultora para el congreso estadounidense en las negociaciones de paz que terminaron el conflicto salvadoreño en los años 1990. Refiriéndose a varios comunicados, documentos legales, y artículos periodísticos, señaló al Coronel Carranza como uno de los más poderosos del régimen dictatorial. La profesora Karl también esbozó el papel de Carranza en el vinculo entre las fuerzas de seguridad y los escuadrones de la muerte, y relató en detalle varias masacres y crímenes cometidos por las fuerzas armadas y cuerpos de seguridad durante el tiempo que el acusado era el Viceministro de Defensa y el director de la Policía de Hacienda. Varios comunicados de la embajada estadounidense confirmaban que Carranza tenia conocimiento de los abusos cometidos por la Policía de Hacienda mientras él era director.

La profesora Karl también declaró sobre una serie de comunicados que detallaban el conocimiento especifico que el Coronel Carranza tenia de la captura y encarcelación del demandante Alvarado en los recintos de la Policía de Hacienda. Presentó durante su testimonio un segmento del noticiero NBC Nightly News para que el jurado viera cómo el gobierno estadounidense había determinado que Alvarado había sido torturado y obligado a firmar una confesión falsa. La profesora Karl explicó que la presión estadounidense para investigar este crimen resultó en la destitución del Coronel Carranza de la Policía de Hacienda. Por ultimo la profesora terminó su testimonio detallando las varias medidas que Carranza pudo haber tomado para prevenir y castigar estos abusos y recalcó el hecho de que ni un solo oficial desde 1980 hasta 1984 tuvo que rendir cuentas por abusos a los derechos humanos.